viernes, 23 de septiembre de 2011

Pies en tierra

Acabo de terminar de leer Conexión Purgatorio de Alexandra Mora, y digamos que es una extensión/continuación de Nubes de Abril.  Y así como al terminar Nubes de Abril les dije que todos deberíamos analizar nuestros comportamientos y relaciones que son enfermizas, después de terminar este les puedo decir que la ley del Karma … existe!.

Todo lo que sembremos lo vamos a recoger, hoy, mañana, en otra vida, pero lo recogemos.  Siempre ha habido momentos en que me he cuestionado el porqué de muchas cosas.  ¿Por qué las enfermedades?,  ¿por qué el dolor?, ¿por qué la muerte temprana?,  ¿Por qué llegan a nosotros ciclos raros en donde o las finanzas, o el corazón o la salud no están bien?, podría llenar páginas enteras con porqués, que evidentemente quisiera saber, y aunque quizás se encuentren las respuestas a algunas de las cosas que atraemos, sin duda habrá muchas que no se conozcan nunca.

A medida que leía el libro y de una manera jocosa veía como un personaje pasaba por el purgatorio de sus acciones, pensaba en que de una u otra forma todos en vida vivimos ciertas cosas que nos enseñan y nos dejan grandes lecciones.  Los seres humanos vivimos en continuas dicotomías, lo justo o lo injusto, el respeto o el irrespeto, lo bueno o lo malo, lo claro o lo oscuro, y dependiendo del grado de mente abierta que tengamos, el mundo donde hayamos vivido y las creencias filosóficas que se tengan, éstas ambivalencias se viven de maneras distintas. 

Las cuerdas con las que todos cargamos, o mejor con las que nosotros mismos nos enredamos, son propias y como cuenta bancaria o deuda, son totalmente personales e intransferibles. La tarea de cada uno entonces, reconocer aquí y ahora sus pros, sus contras, sus fortalezas, sus fallas, sus taras más profundas y sus egoísmos más fuertes, así como sus miedos más intensos.  Poner los pies en tierra cuesta trabajo y a veces duele. Limpiar el alma no siempre es fácil, cambiar la historia no es sencillo, cambiar nuestra memoria celular es labor de todos los días. Perdonarnos a nosotros mismos y a nuestros ancestros para seguir adelante siendo mejores seres humanos, y abriendo un mejor camino para los que vienen detrás, es una tarea linda y excitante.  Reconocer nuestros límites y al mismo tiempo decirle al otro hasta donde puede llegar, no siempre es lo más placentero pero hace sentido cuando se trata de mantener en forma nuestra energía.

Los aprendizajes son de todos los días y si corregimos las fallas hoy, no tendremos que esperar a que nos llegue un fatal suceso para enderezar el caminado!.

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